Las
Huellas
de Dinosaurio se encuentran en un farallón con pendiente de 73 grados, 110
metros de altura y un kilómetro y medio de largo.
La primera constatación científica de su existencia se remonta al año 1998
cuando un equipo de 25 paleontólogos bolivianos, europeos y estadounidenses
dirigidos por el Dr. Christian Meyer, Director del Museo de Historia Natural de
Basel, Suiza, estudió y certificó el yacimiento.
Cal Orck’o, en el periodo Cretácico, era parte de un inmenso lago poco profundo.
En el Terciario cuando se formó la cordillera de los Andes, los movimientos
tectónicos llevaron este antiguo lecho a una posición vertical
El descubrimiento es una enorme contribución a la ciencia que revela datos no
conocidos hasta ahora sobre el final del periodo Cretácico, “documentando la
alta diversidad de
dinosaurios
que dominaron el paisaje hasta hace 65 millones de años cuando desaparecieron de
la faz de la tierra” [1]
Hasta ese hallazgo, el sitio más grande conocido era Khjoda - Pil – ata en
Turkmenistán y hay otros grandes en Portugal, Gran Bretaña, España y Suiza,
donde se habían hallado hasta 220
huellas
de dos especies, “pero
Cal
Orck’o reporta 5.055
huellas,
donde se destacan 462 rastros individuales continuos de Saurópodos titanosaurios,
terópodos, ornitópodos y ankylosaurios,[2]
Este descubrimiento certifica a "Cal
Orck’o como el yacimiento de
huellas
de dinosaurio más importante localizado en el mundo, en términos de tamaño,
diversidad y valor geológico"
|