Expresiones de Gratitud
Ernesto Daza Rivero
El año 2013, se conmemoró el Centenario del nacimiento del Dr. Ernesto Daza Ondarza (1913 – 1977).
La mejor forma de conservar el recuerdo de esta vida ejemplar, es publicando sus trabajos inéditos, reeditando sus artículos literarios, investigaciones históricas y en especial, sus textos y estudios de Derecho Constitucional.
Entre los trabajos no publicados de Ernesto Daza Ondarza, quedaron inéditos, los recuerdos de un “niño colla” que vivió en Santa Cruz de la Sierra entre los años 1922 a 1927, cuando su papá, Don Justino Daza Palmero[1], ejercía la Gerencia del entonces Banco de la Nación Boliviana, actual Banco Central de Bolivia, en la capital del Oriente boliviano.
Ernesto Daza Ondarza desde 1966 a 1972, de forma no continua, llega a escribir 20 trabajos sobre estos recuerdos, desde la visión de un niño colla, sobre hechos, costumbres o impresiones que él, tuvo de Santa Cruz de la Sierra.
De estas memorias escritas, se publicaron cuatro en “Presencia Literaria” y “El Diario” de la ciudad de La Paz.
En el listado escrito, que dejó entre sus papeles originales, además de los cuatro artículos ya publicados, quedaron otros 16, que, juntos, se los da a conocer en éste libro póstumo.
En las ayudas memorias y apuntes, de lo que –seguramente - pensó escribir Ernesto Daza Ondarza, existen los siguientes títulos:
“Viaje a la
Guardia”
“Un amigo de mi padre”
“Cotoca – Viaje en carretón”
“El palo encebado”
“El baño en el río”
“Los juegos en la noche”
“El alemán recién casado”
“El Coronel Don Juan Franco Román”[2]
“El Cónsul de Francia”[3]
“Don Kurt y Doña Inger”[4]
“Los Aponte”
“La Avenida Alemanes con pavimento de quebracho”
“El portero Colla”
“Vacaciones en Chuchio y las fábricas de azúcar”
“Montero y los caballos”
“Nostalgias del collado”
“Vacaciones en el campo – quesillos y cuajadas”
“Don Gumersindo”
“Paseo en coche”
“Chapapas, canchones y patios”
“La última vez que lo ví”
“La madre de Rómulo Gómez”[5]
Títulos que llegan a ser 50 –aproximadamente-, los que, lamentablemente, como se dijo antes, nunca se concluyeron ante el pronto fallecimiento de Ernesto Daza Ondarza, a sus 63 años de edad, ocurrido en 1977.
Ernesto Daza Ondarza, al haber quedado huérfano de madre a sus 6 años de edad y de padre a sus 16, debió afrontar la vida con esfuerzo y mérito propio.
En su madurez, se refugiaba con ternura en sus recuerdos de una niñez plena y hermosa, transcurrida en Santa Cruz de la Sierra, recuerdos de un niño colla, que causaron en él, diversos sentimientos de admiración, de curiosidad, de novedad, de misterio, especialmente ante una geografía, un clima, fauna y flora, costumbres, otra forma de hablar y diversas tradiciones, tan diferentes al occidente de Bolivia.
Memorias sobre personajes y la vida cotidiana que quedaron gratamente grabadas en él, dentro de sus más nobles sentimientos.
Estas vivencias se inician desde el cambio de residencia de su padre, ya viudo y con sus tres hijos, quienes deben trasladarse desde Sucre a Santa Cruz de la Sierra, instalándose en el nuevo domicilio, desde el mes de Noviembre de 1922.
El viaje se realizó por tierra. Con este fin, preparan una “caravana” de carricoches tirados por mulas y caballos.
Transitaron por el camino existente desde la Colonia entre la Capital Constitucional de Bolivia hasta la Capital del Oriente boliviano, siguiendo la siguiente ruta: Sucre – Palca de Hualipaya – Palca de Toccocola – La Barca – Chinguri – Aiquile – Pauquillo – Lajas – Agua Verde – Pererata – Real - Chilon – Pulquina – Alto de San Pedrillo – Tasajos – Pampa Grande – Vallesito – Samaipata – Achiras – Las Abras – Pie de Cuesta de Petacas – Angostura – Tarumá – Mediomonte – El Torno – Las Horcas – Santa Cruz de la Sierra. Viaje que duró cerca a tres semanas.[6]
Al caer las últimas horas de la tarde y para pasar la noche, se armaban “pascanas”, a la vera del camino.
Quedó en la memoria y gratitud de mi padre, el fiel acompañamiento del ujier del Banco de la Nación Boliviana de Sucre, Don Benedicto Garbizu, quien permanece en Santa Cruz de la Sierra hasta dejar debidamente instalada a la familia, para luego retornar a Sucre[7].
La familia Daza - Ondarza, estaba constituida por Don Justino Daza Palmero y sus tres hijos: Justino, Juan Mario y Ernesto Daza Ondarza, a la que se une, allí, en Santa Cruz de la Sierra, la sobrina Sara Daza Bello[8]. Viven en el edificio del Banco de la Nación Boliviana, inmueble que estaba ubicado a media cuadra de la Plaza 24 de Septiembre.
Al revisar y releer éstos artículos, inmediatamente viene a mi memoria el relato vívido que nos hacía nuestro padre sobre su niñez en Santa Cruz de la Sierra y más aún, cuando él, se puso a escribir los mismos con tanto empeño, tareas a las que alentamos con todo nuestro entusiasmo.
Al cumplirse el Centenario del nacimiento de Ernesto Daza Ondarza, estoy seguro que vale la pena que, éstas memorias inéditas, se publiquen, no sólo en cumplimiento al deber filial hacia la memoria de mi padre y por los profundos sentimientos de amor y recuerdo que animan a la familia sucesora, sino que, por ser estas remembranzas, un verdadero y auténtico testimonio de Santa Cruz de la Sierra del ayer.
Esta determinación para la publicación, se fortalece más, cuando recuerdo el viaje de vacaciones de invierno que hice en Junio de 1960 a Santa Cruz de la Sierra, con mi señora mamá, Doña Olga Rivero Torres de Daza Ondarza (1913 – 2001) y con mi hermano mayor, Ramón Justino, respondiendo a la tan bondadosa y gentil invitación del entonces Rector de la Universidad Gabriel René Moreno, Dr. Walter Suárez Landívar y su esposa, Doña Purita de Suárez, quienes nos alojaron los primeros días, en su hermosa casa de la Plaza 24 de Septiembre, para luego viajar a La Bélgica, invitados por la familia Gasser y a nuestro retorno del campo, alojarnos en la “Residencial Ballivián” de Doña Concepción Parada de Peña, ubicada en la calle Ballivián, colindante a una fábrica de hielo, donde apreciamos el aljibe de su patio, las hamacas, las puerta-ventanas abiertas a la calle por donde pasaban los carretones tirados por bueyes ofreciendo frutas, al igual que contaba nuestro padre.
A lo largo de su vida, Ernesto Daza Ondarza supo cultivar y conservar verdaderas amistades con sus condiscípulos de curso de la Escuela Fiscal de Niños No. 1 “Rafael Peña” y del Colegio “Nacional Florida”, así como con otros notables cruceños – mayores o menores que él – compañeros y amigos de sus hermanos Justino Daza Ondarza (1904 – 1960) y Juan Mario Daza Ondarza (1905 – 1936); superiores, colegas o subalternos en la Cancillería y en la carrera diplomática, en la Universidad o en la Corte Suprema de Justicia, junto a sus entrañables compañeros del Rotary Club.
Por ello, verificando la correspondencia y papeles de Ernesto Daza Ondarza, debo mencionar principalmente a: Juan Franco Suárez, Roque Aguilera Vargas, Jorge Urenda, Percy Boland Rodríguez, Miguel y Ángel Cirbián, Bailón Mercado, Lucas Saucedo Sevilla, Alfredo Flores, Melchor Pinto Parada, Leonor Ribera Arteaga, Tomás Suárez Castedo, Humberto Vásquez Machicado, Crisanto Valverde, Walter Suárez Landívar, Plácido Molina Barbery, Julio A. Gutiérrez, Raúl Otero Reiche, Enrique y Manfredo Kempff Mercado, José Saavedra Suárez, Ernesto Arteaga Zabala, Armando Jordán Alcázar, Elfy Elsner de Gasser, Victoria Lavadenz de Hartmann, Lindaura Sanz de Ferrufino, Aida España de Boland, Alcira Vega de Aponte, Betty Hodgkinson de Shutt, Margarita y Luisa Guillaux Balcázar, Jesús Lijerón Rodríguez, Carlos de Chazal Echazú, Rómulo Lozada Quezada, David y Marcelo Terceros Banzer, Hernando Sanabria Fernández, Orestes Harnés Ardaya, Alcides Parejas Moreno y tantos otros distinguidos amigos, con quienes, cuando se escribían o reunían ya sea en Buenos Aires, La Paz, Cochabamba, Sucre o en cualquier otro lugar y circunstancias, recordaban al viejo y querido Santa Cruz de la Sierra.
Al ser este libro, una publicación póstuma, se tuvo que revisar los diferentes artículos, cuyos originales están en formato para ser publicados en periódico, ordenarlos en lo posible, en forma cronológica, transcribirlos y contrastarlos con sus originales, consultar fuentes y bibliografía correspondiente a cada artículo y escoger fotografías, grabados o imágenes que ilustren la época y especialmente, tengan relación con la narración del tema, con el fin de que, al haber transcurrido 91 años, desde 1922, año en que se inicia la vida de Ernesto Daza Ondarza en Santa Cruz de la Sierra y 36 años, desde el fallecimiento de su autor, estas imágenes revivan permanentemente, al querido Santa Cruz de la Sierra de antaño.
Por otra parte, los antecedentes y relaciones de mi familia materna con Santa Cruz de la Sierra, coinciden y enriquecen las memorias de mi padre.
Por sucesión hereditaria al fallecimiento de Don Ramón Rivero López (1860 -1936) y de Doña Mercedes Torres Moscoso de Rivero y de su hermana, Doña María Josefa Torres Moscoso, hijas de Juan de la Cruz Torres (1830 – 1912), desde el año 1954, los esposos Ernesto Daza Ondarza (1913 -1977) y Olga Rivero Torres de Daza Ondarza (1913 – 2001), nieta directa de Juan de la Cruz Torres y la hija menor de Don Ramón Rivero, fueron propietarios de la firma comercial “J.C. Torres e hijos, Sucesora – Viña Muyurina”, Sociedad Mercantil fundada en 1870 por Juan de la Cruz Torres en Cochabamba.[9]
Fue muy importante para el desarrollo de la Casa Comercial de Juan de la Cruz Torres, la fundación de su sucursal en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el año 1875, sucursal que se puso a cargo de José Lino Torres[10], hermano menor de Juan de la Cruz Torres. José Lino estuvo casado con Doña Josefina Suárez Arana, hermana de Don Miguel Suárez Arana, uno de los principales pioneros para habilitar la ruta Santa Cruz de la Sierra con Corumbá, con el fin de utilizar la navegación por el río Paraguay. [11]
Ernesto Daza Ondarza, inició la investigación histórica del comercio de esta Casa Mercantil y su importancia para el desarrollo de Santa Cruz de la Sierra, destacándose, el pago forzoso, que impusieron los revolucionarios de 1877 a todo el comercio establecido en Santa Cruz de la Sierra.[12]
La construcción, implementación de maquinaria y funcionamiento de una gran industria de curtiduría la que abastecía los requerimientos del mercado nacional e internacional. La Casa Torres y Hermano pagó y cubrió todos los préstamos que Miguel Suárez Arana utilizó en la habilitación y construcción del camino Santa Cruz – Puerto Suárez, así como la fundación de Puerto Pacheco[13], en el margen derecho del Rió Paraguay.[14]
Dentro de los documentos mercantiles y “conocimientos” de las recuas de acémilas de transporte, están, la importación de las campanas y el órgano para la Catedral cruceña, los primeros trapiches metálicos marca “Víktor”, modernizando de esta manera la industria azucarera de Santa Cruz.
La importación de productos ultramarinos de Europa para Bolivia; y la exportación de goma, “zurrones de quina”, tamarindo, azúcar, café y suelas de cuero destinadas a Europa y Estados Unidos; así como las exploraciones organizadas y ordenadas al río Verde y el Alto Paraguá en búsqueda de bosques de árboles de goma y de la Chinchona Calisaya (quina); e informes sobre los levantamientos del pueblo Chiriguano en abril de 1884 y el de 1892, los mismos que interrumpieron la normalidad del comercio de importaciones y exportaciones de la Casa Torres y Hermano[15].
Es por ello que, dentro las fotografías e imágenes que se publican en este libro, están algunas, que corresponden a los bienes inmuebles que fueron de propiedad de la Casa Comercial Torres y Hermano en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra; por lo que, las memorias de Ernesto Daza Ondarza y la historia documental de la Casa Torres y Hermano, para mi familia y para mi persona, constituyen verdaderas raíces y el gozne que unen indisolublemente el pasado, el presente y el futuro familiar con la historia y la identidad de esa hermosa y bendita tierra.
Gracias a la destacada y dinámica profesional, Lic. Paula Peña Hasbún, extraordinaria intelectual, historiadora y profesora universitaria, actual Directora del Archivo, Biblioteca y Museo Histórico cruceños de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno de Santa Cruz de la Sierra, se debe esta publicación póstuma, la que tiene veinte narraciones del Santa Cruz de la Sierra de los años veintes del Siglo pasado.
Apenas propuse la idea de publicar estos artículos inéditos, la Lic. Paula Peña Hasbún, inmediatamente y con la mayor determinación e interés, respaldó esta solicitud.
La Lic. Peña, no sólo aceptó publicar estos testimonios del Santa Cruz del ayer. Además, con su espíritu investigativo, ubicó en los archivos de Santa Cruz de la Sierra el testamento y documentos notariales, vinculantes al fallecimiento de mi abuela paterna, Doña Hortensia Ondarza Barrutia de Daza Palmero (1878 – 1919)[16], el Acta de Fundación del Lloyd Aéreo Boliviano en Santa Cruz de la Sierra[17] y de la Cámara de Comercio de esa ciudad[18], instituciones en las que participó Don Justino Daza Palmero, documentación sobre la Casa Torres y Hermano que se hallan en el Archivo Histórico Cruceño, junto a otros documentos y fotografías de la época. La Lic. Peña – además de escribir el hermoso prólogo de este libro – cooperó en la redacción del vocabulario y expresiones típicas del hablar de las gentes de Santa Cruz de la Sierra, trabajo que fue enriquecido con el apoyo y participación del artista plástico e historiador, Carlos A. Cirbián Barros.
Coordinó las tareas y gestiones necesarias ante el Honorable Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, presidido por su ilustre Alcalde, Ing. Percy Fernández Añez, especialmente con el Arquitecto Juan Carlos Simoni Cabrera, responsable del Fondo Editorial Municipal, con el Rectorado de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno a cargo del Lic. Saúl Rosas Ferrufino y con la importante y significativa participación y apoyo del reconocido y prestigioso Dr. Alcides Parejas Moreno, académico de Número de la Academia Boliviana de la Historia.
A nombre de mi hermano, Ramón J. Daza Rivero, en el mío propio, hijos de Ernesto Daza Ondarza, junto a las nietas y nietos, bisnietas y bisnietos, expresamos y dejamos constancia de nuestra mayor gratitud y reconocimiento a la Lic. Paula Peña Hasbún, al Ing. Percy Fernández Añez, al Lic. Saúl Rosas Ferrufino, al Dr. Alcides Parejas Moreno, al Arq. Juan Carlos Simoni Cabrera, al Sr. Carlos A. Cirbián Barros, al Dr. Franz Michel de la Gobernación del Departamento de Santa Cruz, al Sr. Luís Enrique Rivero Coimbra del Archivo Histórico Cruceño; al Lic. en Historia, Júnior Pantoja Abregó, interesado en el pasado del Sur-Este cruceño, en la Casa Torres y Hermano y en la personalidad del hermano mayor de mi madre, Ing. Juan Rivero Torres, Ingeniero Delegado de la Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano-Brasileña, que hacen a la historia del Municipio “El Carmen Rivero Torres”[19]; al Lic. René Hohenstein A[20]., consagrado dramaturgo y director de teatro, quien tiene la determinación de adaptar guiones para teatro y cortos para cine y televisión, en base a las veinte memorias de Ernesto Daza Ondarza, tareas que esperamos influyan notablemente en la difusión de esta obra.
Al Fondo Editorial del H. Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, junto a la imprenta y sus editores.
A las distinguidas autoridades e instituciones públicas y personas particulares, quienes no escatimaron esfuerzo alguno hasta ver publicado este libro, que esperamos sea un verdadero aporte a la historia, cultura, identidad y tradición del pujante Santa Cruz de la Sierra.
Ejemplares autoridades y personalidades, quienes con prontitud, aceptaron el auspicio y patrocinio institucional de esta publicación póstuma, la misma que no es una novela o una ficción literaria, sino que, estas memorias son un verdadero y fiel testimonio que refleja a las personas de esos años, la vida, la actividad cotidiana, las costumbres, la descripción de la Santa Cruz de la Sierra de antaño, la forma, la identidad y el alma del pueblo cruceño en ese despertar al Siglo XX, que como expresó Ernesto Daza Ondarza en una de sus cartas:
“…estas memorias que creo podrán ser útiles en el futuro, ya que Santa Cruz, con su progreso actual y con el gran porvenir que tiene, no será más, lo que fue entonces…”.
[1] Justino Daza Palmero (1874 – 1929). Nieto del Coronel Melchor Daza, prócer de la Revolución Libertadora del 10 de noviembre de 1810 en Potosí, héroe de los 16 años de lucha por la Independencia de Charcas y firmante del Acta de la Independencia del Alto Perú. (Daza Rivero, Ernesto (2011), Imprenta iColor, Sucre) Págs. 102 y 104). Bachiller a sus 15 años (Diploma otorgado por el Doctor Ángel P. Moscoso, Cancelario de la Universidad del Distrito de Chuquisaca, en fecha 8 de noviembre de 1889). Titulado en Finanzas y Contabilidad en Chile. Políglota. Empresario minero, explotando las concesiones de plata, wolfran y estaño en el Cerro Rico de Potosí, Colavi, Machacamarca, Milluni y Porco. Industrial. Propietario de una de las ferreterías mas grandes de Potosí. (VISCARRA HEREDIA, Rosendo y otros. (1918). “Guía General de Bolivia – Comercial, Industrial, Geográfica y Administrativa”. Imprenta Artística. La Paz), Accionista de la Bolivia Tin Corporation; Komer Cocha S.A., de la Palmero - Rubart S.A. (Notaria y Actuaría de Minas, Prefectura del Departamento de Potosí; A.B.N.B. Año 2011. “Catálogo – Servicio Nacional de Catastro Minero – Potosí”. Tomo 8. Sucre – Bolivia). Ejerció el Consulado Honorario de Chile en Potosí en la década de 1910, previa autorización y Resolución del Legislativo dictada el 08 de Octubre de 1910 (Anuario Administrativo de Bolivia). Perteneció a diversas instituciones. De gran figuración social en Potosí, Sucre, Santa Cruz de la Sierra y Buenos Aires. Ver: “Títulos de la Sociedad Explotadora de Loa – Tocopilla - Chile. (1908). Imp. Barcelona – Santiago de Chile. Ver también: CRESPO., Luis. S. (1929). “Bodas de Oro de las hijas de Santa Ana en Bolivia”. Imprenta Salesiana. La Paz. Pág. 147 y siguientes. Ver: Informe Anual del Club Internacional Potosí, Imp. A. Santelices. 1921; Págs. 2 y 22.Ver: José Aguirre Achá, “ Informe del Prefecto, Comandante General y Superintendente de Hacienda y Minas del Departamento 1915 – 1916”; Tip. Moderna, Potosí , 1916. Con anterioridad a ejercer la gerencia del Banco de la Nación Boliviana en Santa Cruz, ocupó la misma situación en el Banco de la Nación Boliviana en Sucre.
[2] Ernesto Daza Ondarza, junto a Juan Franco Suárez y otros compañeros de curso, oían con mucho interés, el relato que el Coronel Juan Franco Román, les contaba sobre su participación en las sublevaciones de los pueblos indígenas del año 1891, tema, sobre el que quedaron breves apuntes en sus manuscritos.
[3] El autor, estaba preparando una biografía del Cónsul de Francia en Santa Cruz, Don Guy La Genesté de Chazal Trouchet, hijo de Evenor Antoine de Chazal y de Marthe Marie Trouchet de Chazal, nació en París – Arrondisement VIII Rue de la Fontaine 96, el 13 de enero de 1886, murió en San José de Chiquitos el 31 de Marzo de 1949. Don Guido de Chazal, llegó a Bolivia el año 1914.
[4] Doña Ingrid Camila Lyders nacida en Copenhague, capital de Dinamarca. En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, fue conocida como una excelente pianista y por los celebrados conciertos que brindaba en funciones de beneficencia. En 1920, casó con el dentista alemán Kurt Skriewe, radicado desde muchos años antes en la capital cruceña, con quien tuvo dos hijos: Kurt y Beatriz. La señora Ingrid ante una grave enfermedad que padecía, viajó a su país natal a fines de 1933, donde falleció a comienzos del siguiente año; ver Gabriel Hollweg, Mario (1997) “ Alemanes en el Oriente Boliviano” Tomo 2; Pág. 655; Imp. Sirena, Santa Cruz de la Sierra. (C.A.C.B)
[5] Gómez, Rómulo Hijo (1939): “Rómulo Gómez, Hijo y su Obra Poética - Una Ofrenda de su Madre”; Ed. Charcas, Sucre.
[6] Crespo, Luís S. (1908): “Guía del Viajero en Bolivia”; Tomo I; Ministerio de Colonización y Agricultura – Sección de Estadística y Estudios Geográficos; Tall. Tip. José Miguel Gamarra, La Paz. Ver: Parejas Moreno, Alcides: “Caminos del Oriente Boliviano en los albores de la independencia”; Boletin Nº 47 – Julio de 1994 – Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz; Imp. Ed. “El Pais”, Santa Cruz, 1994, pag. 56.
[7] El año 1962, junto a mi hermano mayor, viajamos a Sucre aprovechando las vacaciones de invierno, alojándonos junto a otros familiares y amigos en el Internado del Colegio “Sagrado Corazón” de esa capital. Una tarde, al pasar por el edificio del Banco Central de Bolivia, vimos a un señor ya anciano sentado en el portón de ese edificio. Instintivamente, cruzando miradas con mi hermano, estuvimos seguros que era Don Benedicto Garvizu. En efecto, cuando nos acercamos a él y nos hicimos conocer, saltaron lágrimas de sus ojos y fue un encuentro muy emotivo. En la noche, Don Benedicto Garvizu y su familia nos visitaron en el “Sagrado Corazón” llenándonos de chocolates típicos de Sucre.
[8] Hija de Juan Ernesto Daza Palmero y María Bello de Daza, residentes en Trinidad. Juan Ernesto fue Presidente por muchos años del H. Concejo Municipal de Trinidad. Dentista de profesión, periodista y político. Quedan en el Beni la sucesión, a través de la familia de Maria Daza Belló, los Ávila Daza. Ver:” Monografía de Bolivia – Beni, Pando y Tarija”, Tomo IV; Biblioteca del Sesquicentenario de la República; Litografías e Imp. Unidas S.A., La Paz.
[9] Cámara Departamental de Comercio de Cochabamba (1972): “Memoria – IV Congreso Extraordinario –Cámaras de Comercio de Bolivia y celebración Bodas de Oro”.Cochabamba del 31 de agosto al 3 de septiembre de 1972. Sin pié de imprenta. (Ver Pág. 197 y 198)
[10] José Lino Torres, fue por muchos años Concejal del Municipio Cruceño. Cónsul Honorario del Perú en Santa Cruz de la Sierra ( Informe del Ministro de Relaciones Exteriores Emeterio Cano, Sucre, 1896)
[11] DAZA RIVERO, Ernesto. (1983). “La Empresa de Miguel Suárez Arana en el Río Paraguay y la Casa Comercial Torres y Hermano de Cochabamba”. Colección de folletos bolivianos de “Hoy”. Vol. II. No. 3. Primera Edición. Noviembre. La Paz. Ver también: OVANDO SANZ, Guillermo. (1980). Periódico “Presencia Literaria”. “En torno a Miguel Suárez Arana y la Empresa Nacional de Bolivia en el Río Paraguay”. La Paz, 2 de Noviembre de 1980. Pág. 2. Artículo dedicado a la memoria de Ernesto Daza Ondarza. Ver: Suárez de Roca, Amelia Toledo (2014): “De Santa Cruz a París en 1894 – Diario de Viaje”; Ed. La Hoguera; Imp. Landívar, Santa Cruz de la Sierra.
[12] Hoja impresa: “Manifestación Pública”. Suscrita por Miguel Chávez, Presbítero José Manuel Céspedes, Ángel Maria Candia y otros. Tipografía Chávez y Hermano. Santa Cruz 21 de abril de 1877. Ver también: Hoja impresa: “Protesta – Un Rasgo de Justicia”. Suscrita por José Aponte, Guillermo Meyer, M. Zambrana y otros. Santa Cruz 17 de abril de 1877. Tipografía Chávez y Hermano.
[13] VAZQUEZ – MACHICADO, Humberto y José (1988): “Obras Completas” Tomo IV, Pág. 544; Editorial “Don Bosco”, La Paz. En los archivos de la Casa Comercial Torres e Hijos Suc. existen cartas del Presidente Gregorio Pacheco, cancelando la deuda de Miguel Suárez Arana, las mismas que fueron pagadas por Juan de la Cruz Torres; Ver: DAZA RIVERO, Ernesto: “Apuntes Históricos De Cervecería Taquiña S.A. En Ocasión De Su Centenario” (1995); Imp. DINAPEL, Cochabamba; Pág. 38. ROCHA MONROY, Ramón: “200 Personajes Cochabambinos” (2010) Editorial Canelas S.A.; Pág. 141.
[14] SUÁREZ ARANA, Miguel (1882). “Manifiesto que el ciudadano Miguel Suárez Arana dirige a sus conciudadanos en defensa de los Gobiernos de Bolivia y de la Empresa Nacional de la que es Gerente”. (“Boletín de la Empresa Nacional de Bolivia - No. 5. – Año II. – Santa Cruz 3 de mayo de 1882 - Publicación eventual”; Tipografía de Chávez y Hermano. Santa Cruz).
[15] Documentación y libros copiadores de la Casa Torres y Hermano. Archivo familiar Daza Ondarza. Ver también: FRONTAURA ARGANDOÑA, Manuel. (1971). “Descubridores y exploradores de Bolivia”. Los Amigos del Libro. Cochabamba. Pág. 157 a 162. Fue Justino Daza Palmero, quien descubrió e informó a la Oficina de Inmigración, Estadística y Propaganda Geográfica de La Paz, cómo los ingleses, se llevaron las plantas de la Chinchona Calisaya desde los bosques de Bolivia, para plantar y producir la quina en sus colonias de la India, Ceylán y la Isla de Java, en ese entonces colonias británicas. Ver también: AVENDAÑO, Julio. (2006). “Monografía de la Provincia Iturralde del departamento de La Paz”. Plural Editores. Pág. 144 y 145.
[16] Nacida el 5 de diciembre de 1878 en Antofagasta – Bolivia, hija del Dr. Abdón S. Ondarza, fundador del puerto Boliviano de Antofagasta el 22 de octubre 1868 y último diputado por el Litoral Boliviano ante la Asamblea de 1880. Presidenta de la Junta Humanitaria de Señoras de Potosí (Luís S. Crespo, Ob. Cit). El año 1919, se produjo la pandemia mundial de la “Gripe Española”, la que diezmó la población mundial, con más de 100 millones de fallecimientos. Esta pandemia llegó a Bolivia y a Potosí, falleciendo Doña Hortensia Ondarza de Daza a consecuencia de este mal, acaecido el 17 de julio de 1919. Ver. Braulio Pinto – Director General: “Álbum – Centenario 10 de Noviembre de 1910” (1910; Buenos Aires) Pág. 41 ; Ver: Títulos de la Sociedad Explotadora de Loa – Tocopilla - Chile. (1908), Ob. Cit. Costa de la Torre, Arturo 1970 “Hombres Celebres De Bolivia: Juan Ondarza – Autor del Mapa De Bolivia – Abdón Senén Ondarza – Fundador de Antofagasta; Apuntes Históricos sobre El Litoral de Bolivia en El Pacifico”; Imp. Renovación Ltda., La Paz
[17]GABRIEL HOLLWEG, Mario. (1997). “Alemanes en el Oriente Boliviano”. Tomo II. Imp. “Sirena – Color”. Santa Cruz de la Sierra. Pág. 547
[18] Periódico “El Mundo”. Separata especial, “Cámara de Comercio de Santa Cruz”. Santa Cruz de la Sierra.
[20] Hohenstein, René: “Historia del Teatro en Santa Cruz” (2010),Editorial La Hoguera; Santa Cruz de la Sierra. Ver:”Plaza Nuestra que estas en Santa Cruz de la Sierra”(2007),Editorial La Hoguera;