Se denomina "Casa de la Libertad" al antiguo edificio universitario de los jesuitas, porque en él se graduaron como doctores de Charcas los  principales protagonistas de las revoluciones de 1809: el 25 de Mayo en Chuquisaca, el 16 de Julio en La Paz, el 10 de Agosto en Quito, así como la del 25 de Mayo de 1810 en Buenos Aires, y porque en su recinto se proclamó la independencia del Alto Perú o Charcas el 6 de Agosto de 1825.

 Este bello edificio, construido antes de 1700 por la Compañía de Jesús para el funcionamiento de la Universidad de San Francisco Xavier, comprende un amplio claustro rodeado de galerías de una sola planta, bajo cubiertas que se apoyan en columnas de piedra granítica. Un gran portón de cedro nativo, tachonado de clavos de bronce con dos grandes aldabones, se abre sobre la Plaza Mayor. Al fondo del claustro, enfrente del zaguán a bovedado, se levanta la que fue capilla doméstica de la Universidad.

Se destinaba a la función de Sala Mayor para la realización de los más importantes actos académicos. Allí exponían sus tesis los aspirantes al grado de doctor de Charcas.
A poco de terminada la guerra de la emancipación, en esa Sala Mayor se reunió, a partir de julio de 1825, la asamblea de diputados de las cinco provincias altoperuanas convocadas por el Mariscal Sucre por decreto de 9 de febrero, para deliberar sobre el destino del país. Asamblea que decidió proclamar la independencia el 6 de Agosto de ese año, y fundar la República Bolívar.

Desde entonces, hasta 1898, en ese magnífico recinto se reunió el Congreso Boliviano. En él se sancionó la primera constitución de Bolivia, redactada por el Libertador Bolívar, así como las leyes fundamentales del nuevo Estado, y en él prestó juramento, como primer Presidente de la República el Mariscal Sucre, como lo hicieron después otros mandatarios.
Desde que dejó de ser la sede del Poder Legislativo, este edificio tricentenario ha pasado a ser un repositorio de reliquias históricas, de efigies de personajes que forjaron nuestra historia, de colecciones de documentos inéditos, de colecciones de periódicos, de folletos y de cientos de mapas y planos, algunos con tres siglos de antigüedad.

El Salón de la Independencia está ubicado al frente de la entrada principal de la Casa de la Libertad. Este es el lugar donde se reunió el primero Congreso Constituyente de la Nación y se firmó el Acta de la Independencia de Bolivia. Al fondo están colocados tres retratos de los dos libertadores del país y del presidente José Ballivián.
En el salón también se encuentra guardada en una urna la espada del libertador Sucre, usada en las batallas de Junín y Ayacucho.
El Salón está dividido por una balaustrada de madera separando los curules de los diputados y los escaños que ocupaba el pueblo.

El Salón de los Diputados está dedicado a los diputados que proclamaron la Independencia de Bolivia y suscribieron el acta de la independencia el 6 de agosto de 1825.
El Salón Virreinal tiene un retrato del rey de España, Carlos III. Se exhibe también un retrato del rey Fernando VII, último rey de las colonias españolas en América.

 Posee también una rica biblioteca especializada en historia y geografía. La mayor parte de estos bienes pertenece a la Sociedad Geográfica y de Historia "Sucre", fundada en 1886, que durante varios decenios los fue adquiriendo y coleccionando. A esta prestigiosa y benemérita sociedad le fue encomendada, por Decreto Supremo de 1939, la custodia y conservación de la Casa de la Libertad hasta 1974, año en que por Decreto Supremo de 25 de noviembre se encomienda al Banco Central de Bolivia la reparación y cuidado de la Casa y el sostenimiento del personal que la atiende. En 1983 por Decreto Supremo de 3 de agosto, elevado a rango de ley el 5 de febrero de 1986, se encomendó al Banco Central de Bolivia la tuición y administración general de la citada Casa.

El edificio en sí, con su centenario Salón de la Independencia, antes capilla jesuítica, es sin duda el mayor monumento cívico-religioso de la Nación. Constituye una joya arquitectónica virreinal y a la vez la más importante reliquia histórica, porque en su recinto se forjó la independencia nacional, nació y se bautizó la República Boliviana.