Sobre los acontecimientos del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca

Tras una investigación documental y de archivo, el historiador plantea que el 25 de mayo no hubo ninguna acción que tenga aproximación con el concepto de revolución.

Rolando Costa Arduz historiador

 Respecto a la información sobre los acontecimientos sucedidos en Sucre el 25 de mayo de 1809 se cuenta con una rica acumulación de indagaciones, declaraciones, encuestas, reportajes y crónicas, material que nos ahorra el comentario y que representa la voluntad, amor, afecto y cariño con  que los chuquisaqueños procuran aproximarse con certeza y exactitud a la evidencia histórica de que en el 25 de mayo de 1809 hubo para ellos  una revolución en Chuquisaca y que se dio lugar al primer grito de la independencia en América.

Respondo: En realidad el que responde es don Mariano Torrente, español, en su “Historia de la revolución Hispano-Americana”: “El gobernador intendente de Potosí don Francisco de Paula Sanz no se atrevió a dar un paso para sofocar la insurrección de Charcas, temiendo sin duda salir desairado en su empresa contra un pueblo tan decidido i resuelto, que se preparaba á oponer á las bien concertadas maniobras de una tropa bizarra i perfectamente disciplinada una resistencia furiosa, i a todos los recursos de un despechado compromiso.”. Y continúa más adelante, en la misma página: “Mientras dicha ciudad de Charcas estaba ardiendo en el más vivo fuego revolucionario, aparentaba su Real audiencia una engañosa calma, y trataba de convencer de la cesación de los desórdenes al Virrei de Buenos Aires, á fin de paralizar con estos falsos informes todo esfuerzo que pudiera hacerse para tomar la debida satisfacción de aquellas tropelías.”

Al diferir con tales aseveraciones damos lugar a las observaciones que paso a comentar, admitiendo  de principio la importancia ideológica chuquisaqueña. Gobernaba en 1809 don Ramón García Pizarro como presidente de la Audiencia, y su asesor Vicente Rodríguez Romano. 

Respondo: Como ya es una norma de los escritores paceños de satanizar a la Gesta de Mayo, transcribo un comentario de don Valentín Abecia Ayllón, relativo el esmero que ponen en el norte para descalificar a la Revolución de Mayo (así lo hicieron los escritores paceños, Ochoa, Luís F. Jemio, Manuel María Pinto, Isaac S. Campero, Baldivia Galdo, Muñoz Cabrera, José Palma y V., Aspierzu, Ascarrunz, Loza Balsa, Reyes Aramayo y otros, tratando, forzosamente, de enaltecer a la de Julio para intentar que si ¡al fin! al levantamiento paceño lo ponen en un status más alto que el que ya tiene la de Mayo, al eliminar esta Gesta, harán creer que la primera en levantarse fue la de Julio: Entre las más clásicas obcecaciones que el espíritu americano ha podido presentar, no hay una deformante colosal, como aquella que intente desconocer la prioridad de Chuquisaca en la revolución sudamericana”.

La Real Audiencia se componía de los oidores Antonio Boeto nacido en España, como regente; Antonio Villaurrutia López y Osorio, abogado que nació en la República Dominicana; José de la Iglesia, nacido en Sevilla; Agustín de Usoz y Mosi que nació en España; José Vásquez Ballesteros nacido en España; y como fiscal don Miguel López Andreu nacido en España.

 Los tres primeros comentarios datan de los años 1848, 1855 y 1867;  por tanto, con una proximidad que los hace más confiables, dado que sus autores estuvieron presentes durante los sucesos o muy próximos al desarrollo de lo sucedido en aquellos días. Si bien el primer trabajo corresponde cronológicamente a las Memorias para la Historia de Bolivia desde el año de 1808, escritas por Manuel Sánchez de Velasco en Sucre en 1848, recién fueron editadas en 1937, es decir 89 años después, razón que determina comentarlo en tercer lugar.

 José M. Barnadas et al., en el libro intitulado Diccionario Histórico de Bolivia, encargó al doctor Carlos Castro Rodríguez preparar la ficha correspondiente al doctor Manuel María (Del Barco) Urcullu, que nació en 1785 y falleció en 1856. Este jurista, doctorado en ambos derechos el año 1827, fue el primer presidente de la flamante Corte Superior de Justicia, habiendo sido posteriormente nuevamente presidente interino en 1832, 1835, 1844 y 1847. Se le asigna la condición de autor del libro Apuntes para la historia de la Revolución del Alto Perú hoy Bolivia publicado el año 1855, en el que suscribe como "Unos Patriotas”, conformando de este modo la primera versión impresa que comenta los acontecimientos del 25 de mayo. 

Esta obra considerada como la primera de historia de Bolivia y altamente confiable por la representación de su autor, en su capítulo tercero se refiere a los sucesos de las ciudades de La Plata y de La Paz, relatando en primer lugar los antecedentes que precedieron al acontecimiento del 25 de mayo, afirmando "Que ninguno de estos actos tuvo por objeto la independencia”, añadiendo que un respeto supersticioso a la ley y la adhesión a la monarquía fueron únicamente sus causas. 

 Luego añade que no es su intención negar que esas ideas de libertad e independencia existían en el corazón de algunas personas instruidas, pero tales ideas eran miradas por esas mismas personas como una quimera, y "los movimientos del 25 de mayo no se hicieron con tendencia a ellas, puesto que los Oidores en cuyas manos se dejó el poder, eran españoles europeos cuya decisión por la metrópoli estaba manifiesta”.

 Respondo: Don Manuel María Urcullu ¡jamás! escribió el libro “Apuntes…” y, eso es fácil de verificar porque lo hizo un historiador del norte anónimo, que desde luego, no narró la verdad, y que no puso su nombre para no desprestigiarse si lo descubrían, pues en el libro da más informaciones de los hechos en La Paz que los que ocurrieron en La Plata, y eso que Urcullu presenció los acontecimientos en esa ciudad y no vio los que ocurrieron en La Paz, entonces, ¿por qué narró más de los hechos en esa ciudad y no en los de La Plata?. Los dos libros anónimos: “Apuntes…” y “Memorias históricas…”, ambos fueron escritos con la intención de mentir sobre los hechos de 1809, por eso los autores no los firmaron y fueron escritos por paceños que no tenían documentos en los cuales amparar sus versiones, sin embargo, don José Rosendo Gutiérrez, con la intención de sacar una ventaja al  legitimarlos, los endosó a personajes que vivieron en los años de la revolución; al primero lo endilgó a Urcullu y al segundo a Cotera. De ahí que los poco ilustrados investigadores de los hechos aceptaron como si el Doctor Gutiérrez hubiera dicho una gran verdad, cuando en realidad dijo una gran mentira. Le endilgó a Urcullu los “Apuntes…” porque él era platense, así se comentaría que “si un platense lo dice, debe ser cierto lo escrito en el libro”. A tal punto armaron el aparato propagandístico en contra de la revolución platense, que los paceños le dieron a Urcullu el título ponderativo de: “Patriarca de la Historia Nacional” pues, de este modo afianzaban aun más la supuesta legitimidad de su autoría de los “Apuntes…” escritos por demás mentirosos, además, Urcullu era un hombre serio (Al ser pro peninsular, a un amigo intimo de él le hizo unos comentarios por demás despectivos y aterrorizantes con relación a la revolución, le “pintó” el futuro de Charcas, si triunfaba la revolución, como a un territorio peligroso e inhabitable, su amigo se impresionó tanto con la versión de Urcullu, que terminó suicidándose; Urcullu al ver el daño que había ocasionado con sus comentarios y viendo que la viuda quedó con tres hijas y sin su medio de subsistencia, para ayudar a la familia se casó con la mayor de ellas). Y esas intenciones de los norteños para aun legitimar más la confección de este libro por Urcullu, hicieron imprimir en Sucre dos ediciones con su nombre como autor. Creyeron que así afianzaban más su adulteración y falsía. En la segunda mitad del Siglo XIX, los historiógrafos paceños se dedicaron a publicar libros narrando la historia de 1809, plagados de mentiras con el solo objeto de satanizar y descalificar a la Gesta de Mayo, en lugar de contar verazmente la historia de esos hechos. Y en los Siglos XX y XXI, continuaron haciéndolo. En las “Memorias históricas…” se comprueba la falsedad de sus escritos porque transcriben la “Proclama de Murillo al Ejército”, proclama escrita en tiempos de la república por don Adolfo Durán, es decir, Cotera nunca escribió esa obra. Como estas dos obras históricas por demás mentirosas, hay también manuscritos falsificados. Luego de haber sido confeccionada la “Proclama” falsa de la “Junta Tuitiva”, y la “Apología…”, las anexaron al libro “Memorias…” y la publicaron en l885 (año en que escribió don Adolfo Durán “La Proclama de Murillo al Ejército”) y no en 1840 como informa el editorialista.

También debe darse cita de la obra de Juan Muñoz Cabrera, intitulada La Guerra de los quince años en el Alto Perú o sea Fastos políticos y militares de Bolivia, para servir a la historia general de la Independencia de Sud-América, publicada en Santiago el año 1867. En dicho texto el autor dice: "Hasta aquí, nada de grave tenían los acontecimientos, puesto que, si hemos de estar a juicio de personas importantes que figuraron en aquella época, el movimiento de Chuquisaca no tuvo por objeto inmediato la independencia, sino que por el contrario fue inspirado por una sincera adhesión a la causa del rey Fernando; los pocos que se atrevían a aspirar a la libertad conocían el tamaño de las dificultades y guardaban para más tarde sus esperanzas”.

 Respondo: El Sr, Muñoz Cabrera dice: “Es cosa digna de notarse que durante esos 15 años de lucha, es decir, desde el 25 de Mayo de 1809 en que las ciudades de Chuquisaca i de La Paz abrazaron el pendón de la libertad en el Alto Perú”, y refiriéndose a Monteagudo dice: “a ser uno de los protagonistas más notables de ese grandioso drama iniciado en Chuquisaca, la cuna volcánica de la revolución, como la llama el conceptuoso escritor chileno don Benjamín Vicuña Mackenna”. Y don Juan Ramón Muñoz Cabrera transcribe un pasaje de las “Memorias…”: “… Los acontecimientos de Chuquisaca los miraban como modelo de lo que debía suceder en esta (La Paz).” ¿Por qué don Juan Ramón Muñoz Cabrera contradecía lo escrito por el Sr. Costa Arduz, y en su mismo libro al comentar y transcribir pasajes contrarios a los que cita el señor Arduz?

El primer trabajo corresponde cronológicamente a las Memorias para la Historia de Bolivia desde el año de 1808, escritas por Manuel Sánchez de Velasco en Sucre en 1848. El autor en 1808 figura como secretario de Cámara de la Real Audiencia. Realizó una gran carrera en la magistratura, en la política y la tribuna, llegando a ser presidente de la Corte Suprema de Justicia en 1860. Resulta ser un testigo altamente confiable por haber conocido personalmente a casi todos los individuos que hace mención.

 Comienza por referir que José Manuel de Goyeneche —sospechoso de traidor al Soberano de España y a la Junta de Sevilla al hallarse complicado con Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando Séptimo y mujer de don Juan Príncipe Regente de Portugal y del Brasil, siendo además comisionado de los franceses y delegado de la Junta de Sevilla— fue recibido con júbilo en Chuquisaca, y consigna que un día del mes de octubre se reunieron en la casa de García Pizarro con Goyeneche, los oidores, el fiscal, el arzobispo y los comisionados del Cabildo y clero secular, surgiendo una oposición a la pretensión de Carlota, siendo para el pueblo el Rey Fernando el ídolo de su corazón y en consecuencia la Audiencia respondió claramente haber jurado a Fernando Séptimo y que no reconocía otro soberano, y por el mismo estilo se pronunció la universidad. La Audiencia y el Cabildo sostenían abiertamente los derechos de Fernando Séptimo.

 Respondo: En el último párrafo nos muestra cómo los platenses ya comenzaron a urdir y hacer efectiva su intención de aparentar fidelidad al Rey cuando ya tenían planeada de hacer su revolución secretamente y no públicamente. También en La Paz hicieron lo mismo, incluso pusieron un ícono de él y le juraron fidelidad al Rey.

 El entonces Virrey Liniers, urgido por el presidente García Pizarro, libró orden de prisión para los oidores y vecinos que pertenecían al Cabildo. Estas órdenes llegaron el 20 de mayo. Estando todo preparado, los oidores se anoticiaron que serían apresados y se evadieron. La tarde del 25 se libró la orden de apresamiento y al llegar el crepúsculo salieron a apresar, pero sólo detuvieron a Jaime Zudáñez, provocando un movimiento de la multitud y el sonar de las campanas a rebato. Se pedía la libertad de Zudáñez y la búsqueda del fiscal que no aparecía.

 Respondo: Lo que los historiadores paceños no vieron pero el Virrey Liniers si lo vio, fue que los platenses mentían cuando vitoreaban al Rey: ¡Viva Fernando VII!  

 Parte de la gente acudió al Arzobispo pidiendo su mediación para la libertad de Zudáñez. Éste acudió al despacho del presidente logrando la libertad de Zudáñez, fugando luego sin ser visto hasta pocos días después. Entre los sucesos de la noche del 25 debe añadirse que hubo reparto de aguardiente, según declaración de los testigos, asaltándose la cárcel y poniéndose en libertad a presos comunes; lo cierto es que abundaban los borrachos entre los cholos aquella noche.

Respondo: Es cierta la versión de la distribución de aguardiante y, para incentivar su actividad belicosa al populacho le añadían pólvora, producto que seguramente actuaba como una droga. Esta misma distribución la hicieron en la ciudad de La Paz, así que no sé de qué se extraña el Sr. Costa Arduz, pues luego de recibir las instrucciones de los platenses de cómo hacer su rebelión, remedaron a todo lo que hicieron en La Plata. Es cierto que liberaron a los presos, quienes estaban a las órdenes del “Quita Capas” apoyando al levantamiento.

Los oidores, menos el fiscal, se reunieron en casa del decano de la Audiencia y juzgaron prudente intimarle al presidente su cesación como medio de conciliación, éste rechazó la propuesta dos veces pero cedió a una tercera. A media noche se publicó por bando la dimisión, con lo que se calmó la agitación del tumulto y amaneció el 26 sin otra novedad.

 Respondo: Al día siguiente y todos los subsiguientes, siguió el movimiento discretamente continuando su campaña secreta de informar e incitar a la ciudadanía en contra del Imperio Español. El Guardián de la Iglesia de San Francisco, testigo presencial, narra más detalles sobre estos hechos (copiados más adelante).

Los oidores reunidos ejercieron el mando político, nombrando como comandante general de armas al gobernador de Yamparaez, coronel Álvarez de Arenales, también de nacionalidad española, quien puso orden conservando la calma. Con anterioridad a la dimisión el pueblo pidió entrega de armas, por lo que García Pizarro autorizó la entrega de cinco cañones.  

Respondo: También entregó fusiles a los revoltosos 

Al conocer este acontecimiento el gobernador de Potosí Paula Sans dispuso marchar a Chuquisaca, ante cuyo anuncio se le manifestó que evite entrar en Chuquisaca para impedir derramamiento de sangre y que él podía pasar con el carácter de la representación que merecía.

 Salió a recibirlo Álvarez de Arenales, que lo introdujo por distintos caminos y llegó a los portales del Cabildo, donde estaban reunidos los oidores y después de una conferencia se accedió liberar a García Pizarro sin devolución de mando, quedando en libertad. 

 Respondo: En la reunión con Paula Sanz, lo convencieron a éste de que no tenía por qué preocuparse, ya que estaban defendiendo los derechos del Rey sobre el territorio de Charcas, ante esta versión el Gobernador de Potosí regresó a su ciudad sin sospechar la estrategia platense.

 Este es en síntesis el relato efectuado por Sánchez de Velasco, de cuya lectura logra deducirse que no hubo el 25 de mayo ninguna acción que tenga aproximación con el concepto de revolución, término que infiere el comienzo de cosas mejores y fundamentalmente cuando se da lugar a un cambio de gobierno.

 Respondo: Estos hechos no fijaron la finalización de la revolución, pues ella continuó hasta la llegada de Nieto de Buenos Aires e incluso después siguió la circulación de pasquines contra España con la correspondiente campaña secreta explicando verbalmente a la población, a pesar de existir una amenaza del Presidente Nieto si se seguía complotando. Después se iniciaron las guerras de guerrillas en la campiña de la gobernación de La Plata. 

Durante los sucesos del 25 de mayo la autoridad era la Audiencia de Charcas, la que no se modificó sino con la salida de García Pizarro, pues las autoridades siguieron siendo los oidores y el fiscal, todos ellos prácticamente peninsulares.  

Respondo: Pro-peninsulares solamente eran los Oidores que apoyaban a España, sin embargo, hubieron un grupo de ellos que estaban con el levantamiento, como Uzos y Mozi, el fiscal Lopez Andreu, Arenales y otros. La lista es extensa de los revoltosos que cuando llegó Nieto, muchos fueron presos y otros exiliados, todos perdieron sus propiedades y sus esposas exiliadas. Muchas de ellas que se quedaron en la ciudad, vivieron de la limosna para poder sustentar a sus hijos pues sus esposos o estaban presos o exiliados incluyendo algunos que huyeron de la ciudad. Don Mariano Torrente sigue respondiendo al Sr. Costa Arduz: “Los motivos alegados de su abramiento eran muy parecidos á los de los otros países que se fueron revolucionando sucesivamente (luego del 25 de Mayo de 1809). Aparente fidelidad a Fernando VII, decisión por conservarle aquellos dominios para cuando saliese de su cautiverio, fingidas sospechas de que las autoridades legítimas trataban de proclamar la soberanía de la Casa de Braganza, formación de juntas independientes para preservarse de unos males, inventados por una falsa aprehensión, i sostenidos por la intriga: he aquí los medios de que se valieron los conspiradores en todo el virreinato de Buenos Aires i del Perú, para llevar adelante sus planes de infidencia.” 

Por lo demás, una revolución es un acontecimiento preparado o planeado y no improvisado o espontáneo. La espontaneidad y la falta absoluta de planeación de los sucesos ocurridos el 25 de mayo han quedado expresamente testimoniadas en las anotaciones consignadas en los libros de Gunnar Mendoza y Javier Mendoza, escritos para representar la figura y actitudes de Francisco Ríos, alias el  Quitacapas, hombre vago, borracho, tahúr y landrocísimo, según Gunnar Mendoza y que capitaneó al populacho abanderado de la plebe por espacio de siete días. A mediados del mes de julio llegó el nuevo Virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros, quien nombró a Vicente Nieto como nuevo presidente de la Audiencia.  

Respondo: El origen de las intenciones levantiscas viene desde antes de 1785. En 1805 los españoles que trabajaban en la Casa de Moneda de Potosí, ya sospechaban sobre la posibilidad de una sublevación en Charcas y resolvieron enviar urgentemente todas las monedas selladas que estaban acumuladas en la Casa, a España, y para esto organizaron una caravana capitaneada por don Josep González de Villa. Su intención fue transportarlas en mulas hasta el puerto de Buenos Aires y de ahí a España pero, cuando llegaron a una población que se encontraba en el norte argentino, donde hicieron escala de reposo, vieron cómo a los residentes en ella les llamaban la atención las bolsas pequeñas y pesadas sobre el lomo de las bestias. Al ver esto los españoles de la caravana, se asustaron y temieron que los asaltaran en la ruta hacia el sur, así que resolvieron volver sobre sus pasos y se dirigieron al norte con la intensión de llegar a la ciudad de Santa Cruz.

Cuando hicieron escala en una población llamada Terrazas, el jefe de la caravana, González de Villa, resolvió enviar poco a poco hasta Santa Cruz y de ahí al rio Paraguay hasta Asunción para que luego sigan su viaje a España. El jefe del grupo, acompañó a estas pequeñas caravanas en cuatro viajes hasta Santa Cruz y, al retorno del cuarto viaje a su base, falleció. 

Esta relación ha sido reproducida en todas las obras relativas al tema. Los chuquisaqueños han intentado en todo momento calificar las acciones del 25 de mayo como revolución, pero sus escritores más representativos jamás utilizaron el título de revolución en sus trabajos, como demuestra la revisión de los escritos de Agustín Iturricha, Samuel Oropeza, Jaime Mendoza, Valentín Abecia, Gunnar Mendoza, Roberto Querajazu y Estanislao Just, quien añade entre los documentos que presenta, una copia del "Acta de la Junta General” celebrada en la universidad con motivo de la recepción de pliegos de la Corte de Brasil, firmada por cerca de 90 abogados y de cuya lectura se concluye que no hay mención a la libertad ni a la independencia, y que fue redactada por Jaime Zudáñez.  

Respondo: No es cierto que esos escritores no citen a la revolución en sus obras, ya que era el tema principal en sus narraciones, pues es un hecho que hasta que llegó Nieto en Diciembre del mismo año, estuvo uno de los revoltosos como gobernante y para que no lo tomen preso huyo pero, perdió todos sus bienes. (no recuerdo el nombre). 

Fue el año 1885 que el Concejo Municipal publicó en Sucre un folleto de 61 páginas intitulado "La primera revolución de la Independencia o sea Chuquisaca en el 25 de mayo de 1809”. La ordenanza reza en sus primeras líneas que "…en la capital de la república se lanzó el 25 de mayo de 1809, por nuestros ilustres antecesores, el primer grito glorioso de libertad e Independencia, para romper las cadenas de esclavitud del Continente Sudamericano”. En dicho trabajo se menciona que "…calificar el movimiento revolucionario, claro y trascendental del 25 de mayo, de simple insurrección, nos parece algo menos que demencia, nos parece una muestra de estrechez senil”, comentario que se realiza respecto a las afirmaciones de Urcullu. Lo cierto que este trabajo no aporta con ninguna nueva noticia ni otorga referencia del documento donde se declara libertad e independencia.  

Respondo: Recién se declaró la Independencia el 6 de Agosto de 1825. Y no se declaró la Independencia con una Acta escrita por don Félix Reyes Ortiz para su obra literaria “Los Lanzas”, como la presentan algunos historiadores paceños que la citan como legítima en sus obras históricas dedicadas a Julio de 1809. 

El Dr. Valentín Abecia en 1891 publicó la Reseña histórica del 25 de mayo de 1809 por encargo del Concejo Municipal de Chuquisaca, y el año 1975 el Comité Nacional del Sesquicentenario ha publicado el libro del Dr. Emilio Fernández intitulado La revolución del 25 de mayo de 1809, presentándolo como un documento de excepcional importancia, en tanto Estanislao Just Lleo ha publicado "Comienzo de la Independencia en el Alto Perú. Los sucesos de Chuquisaca”, y  Roberto Querejazu Calvo su libro "Chuquisaca 1539-1825”, pero ninguno de estos trabajos añade nada nuevo a la versión de Sánchez de Velasco.  

Respondo: El que no hayan añadido nada nuevo, no quiere decir que no haya habido una revolución. Además, sin duda que añadieron novedades como los Sres. Emilio Fernández, Estanislao Just Lleó y Roberto Querejazu. Y, recomiendo leer las “Memorias del General Andrés García Camba”, español, desde la Pág. 33 hasta la 45, ahí encontrará el Sr. Costa Arduz la relación de la Revolución del 25 de Mayo en La Plata y La Paz. 

Revolución es una palabra que infiere el comienzo de cosas mejores y cuando se da lugar a un cambio de gobierno. El 25 de mayo de 1809 no hubo cambio de autoridad. Durante los sucesos del 25 de mayo la autoridad era la Audiencia de Charcas, la que no se modificó sino con la salida de García Pizarro, pues las autoridades siguieron siendo los oidores y el fiscal, todos ellos prácticamente peninsulares.  

Respondo: Con este comentario trata de descalificar a la Gesta de Mayo. ¿Por qué no hace lo mismo con el levantamiento de La Paz si la Junta Tuitiva para publicar cualquier resolución precisaba la autorización de los gobernantes españoles en La Paz? ¿Acaso en la constitución de la Junta Tuitiva, firmada por los revolucionarios y aprobada por los españoles, no aceptaban obedecer a los gobernantes españoles de La Paz? 

Con la pretensión de que los acontecimientos en Charcas influyeron sobre la revolución del 16 de Julio en La Paz, Fernández dice en la página 347 de su obra que Bernardo Monteagudo fue actor en la revolución del 25 de mayo y que es autor de la proclama de la Junta Tuitiva, según consta en un expediente que existe en nuestro Archivo Nacional, pero no presenta copia del documento que respalde que es el autor de la proclama; en tanto su texto tiene el beneficio de transcribir el folleto intitulado "Espectáculo de la verdad” de Pedro Cañete, cuyo relato es desde el punto de vista de las autoridades peninsulares. En apretada síntesis, no he hallado ninguna referencia, documento o testimonio sobre la voluntad ciudadana el 25 de mayo contra el régimen español. De este resultado es pertinente preguntar: ¿por qué los doctores de Charcas fugaron o se ocultaron la noche del 25 de mayo, sin dejar ningún testimonio escrito que justifique una actuación contraria al interés peninsular?  

Respondo: Cualquier historiador puede equivocarse fácilmente ya que el Sr. Fernández escribió su libro muchísimo antes de que se descubra el timo de la falsificación de la Proclama copiada parcialmente de la “Proclama de la Ciudad de La Plata a los valerosos habitantes de la Ciudad de La Paz” (confeccionada por Monteagudo). Monteagudo fue asesinado en el Perú mucho antes de que se confeccionara la Proclama de la Junta Tuitiva en tiempos de la república. ¡¡¡Qué no diera por ver el expediente en el que certifican que Monteagudo falsificó la Proclama de la Junta Tuitiva copiando su propia “Proclama de la Ciudad de La Plata, etc…” y en tiempos de la república y… cuando ya estaba fallecido!!! – Es una verdadera pena que el Sr. Costa Arduz no haya hallado en los manuscritos ninguna referencia a la Revolución de Mayo. Estoy tentado de mostrarle todas las declaraciones a los jueces españoles que hicieron los revolucionarios paceños cuando les abrieron un expediente para enjuiciarlos, declaraciones que el Sr. Arduz no los leyó, pues si lo hubiera hecho no dudaría de que hubo una revolución en Mayo de 1809. En el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, hay suficientes manuscritos que certifican que hubo una revolución en La Plata, no sé cómo buscó y no los encontró, también puede visitar el “Archivo Histórico Nacional de España (Madrid)”, donde don Estanislao Just encontró 10.000 folios referentes al 25 de Mayo; ahí se encuentra el expediente abierto a los revolucionarios platenses, por los hechos del 25 de Mayo de 1809; también investigó en el: “Archivo General de Indias”, “Archivo de la Diputación de Vizcaya”, “Archivo de las Cortes Españolas Nacional de España (Madrid)” y la “Biblioteca Menéndez Pelayo (Santander)”. Y a esto puedo añadir toda la lista bibliográfica que él registra y abarca cuatro páginas dentro de su libro, y al final de cada capítulo de su libro,  menciona los manuscritos de donde extrajo los datos en los que basa su hermosa obra, ¡¡¡la que está totalmente dedicada a la Revolución del 25 de Mayo de 1809!!!. Luego de leer el libro escrito por don Estanislao, el Sr. Rolando Costa Arduz, quedará totalmente convencido que sí hubo una revolución en La Plata y no necesitará seguir buscándole “tres pies al gato”, “Porque lo que está a la vista, no necesita candil”. 

Más aún, tampoco existe documento alguno que declare libertad o independencia como primera expresión de protesta americana, de donde se deduce que difícilmente los abogados de Chuquisaca habrían podido influir en La Paz para que se realicen las acciones del 16 de julio de 1810 y muchos menos ofrecer el texto de la Proclama de la Junta Tuitiva.  

Respondo: Es cierto, fue muy difícil convencer a que los paceños se involucren en la Revolución platense soliviantándose en contra de España, ya que primero fueron dos emisarios y fracasaron en su intento pues vieron muy poco interés en hacer la revuelta en las personas con quienes se entrevistaron. Ante esto, los platenses insistieron enviado tres emisarios (uno de ellos se fue al Cuzco a fomentar la sublevación; en esta población estaban muy interesados en tener noticias de La Plata y, estos les remitían correspondencias contándoles), y en la ruta recogieron al cura Medina que estaba residenciado por órdenes del Arzobispo Moxó, ya que éste lo castigó por fomentar en la Universidad a la rebelión. Los que se quedaron en La Paz, fueron convincentes y lograron a que se involucren los paceños.  

De todo lo anotado se deduce que en Charcas no hubo cambio de gobierno y los actos del 25 de mayo se circunscribieron a derrotar al presidente de la Audiencia, García Pizarro, guardando respeto y obediencia a las autoridades virreinales, extremo que logra afirmarse gracias al hallazgo de dos cartas en el Archivo de Sevilla que pasamos a comentar.  

Respondo: El Virrey de Buenos Aires percibió las intenciones levantiscas de los platenses, por lo que envió a Nieto a que acabe con la revuelta pero, los historiógrafos del norte, no lo percibieron. Fray Marcos Benavente, Guardián del Convento de San Francisco, fiel pro-peninsular y testigo presencial de los hechos de Mayo que en los fragmentos de su informe, nos relata: El 25 de Mayo de 1809 se lanzó en esta culta ciudad, entonces llamada Chuquisaca, el primer grito de independencia de la América Latina; grito que si bien fue ahogado, repercutió en las faldas del Illimani, así como en las hoyas del Plata, hasta darnos patria libre e independiente.”, más adelante en su informe, dice: “… surjieron las dificultades con el Presidente y el pretesto para que estalle el movimiento revolucionario que venía preparándose.”. – Puesto el Jefe (Pizarro) en el conflicto de ser preso, o hacer presos a sus rivales, para proceder con más acierto nombró según se dice, sus Asesores, el Dr. D. Esteban Agustín Gascón, el Dr. D. José Enrique Portillo, y el Dr. D. José Antonio Castro su Secretario de cartas; Abogados de providad, y de conocida literatura: con dictamen de estos o sin ellos libró mandamiento de prisión contra seis individuos, Don José Agustín Usos (sic), y D. José Ballesteros, oidores, y el Fiscal D. Miguel Lopes (sic); contra don Domingo Aníbarro y D. Manuel Zudañez Regidores anales y el Dr. D. Jaime Zudañez, abogado de esta Real Audiencia. De estos solo fue preso el último, pues a los otros no hallaron los comisionados, ni tuvieron noticia de estar comprometidos hasta los días siguientes, aunque la maldiciesen”. –  “La prisión de D. Jaime Zudañez la hizo D. Pedro Real de Arcia, ejecutándola a las 7 de la noche, extrayéndolo de su casa. Zudañez vociferaba al pueblo, mientras lo trasladaban, “que lo prendían por ser fiel al Rey, y que al país querían entregar a la Carlota.”. “Así continuo vociferando las cuatro cuadras que hay hasta la presidencia, si según otros no fueron seis; pues dicen que primero lo llevaron al Cuartel. Su familia inmediatamente salió á pedir entredicho a las Iglesias de La Merced y San Felipe que están inmediatas, y habiéndosele denegado, tuvo un criado el arrojo de escalar el Cementerio de la Catedral, y ganando con violencia las Campanas convocó al Pueblo, no á alabar a Dios, sino a resistir la legítima autoridad: al entredicho de la Catedral correspondieron inmediatamente las Iglesias de San Miguel y San Francisco notándose en esta última que un Abogado (Lemoine) y otro vecino con espada en mano atropellaron al Campanero que lo impedía: otros montaron a caballo á comunicar lo sucedido á los parciales…” . – Ya los principales Motores de la insurrección se hallan en estado de llegar al fin de su horrible empresa: para conseguirla agolpan el pueblo á la casa del Acuerdo y allí hacen que tumultuariamente pida la deposición del Presidente, que se forme Junta Independiente; que se haga República de Criollos con otros disparates que no dejarian de poner en confusion al mismo Real Acuerdo…”. – “… que la noche del 25 estubo otro Becino, de los que hubieron de ser presos, prebenido con mucha gente harmada dentro de su casa para resistir, como lo depondran á a su tiempo testigos oculares que quedaron escandalizados: que del Partido de Yamparaez, de donde es Juez Subdelegado D. Juan Antonio Arenales, oi Comandante General de la Ciudad, hubo en ella dias antes gente oculta y armada esperando el lance del 25 como que aquella noche se vió á un empleado correr al Prado para ordenar la entrada, como se berificó al comando de otro becino sedicioso y que en aquella noche el mayor numero de amotinados eran Indios y Cholos forasteros de aquel Partido; todo lo qual con lo dicho en el primer punto de la prisión del Dr. Zudanez prueba evidentemente que el Sr. Pizarro no fue causa de aquel motin, sinó los insurgentes que se descubriran á su tiempo pues si todo lo sucedido en la noche del 25 no hubiese estado premeditado y acordado, nada era mas facil que sosegar al pueblo después de la soltura del Dr. Zudañez, así por el corto numero de los amotinados, como porque estos quedaron enteramente satisfechos con la libertad de Zudañez; pero el influjo y soborno a nombre de la libertad los acaloro para proseguir asta conseguir el fin.” – “Amaneció en sábado 27………se libraron órdenes de prision contra los tres Asesores (de Pizarro) los cuales fueron hallados en el conbento de San Francisco el Dr. Gascon i el Dr. Portillo donde se habian refugiado para presentarse al Tribunal luego que calmase el furor del pueblo: y de allí los pasaron presos al cuartel viejo donde los tienen en calabozos separados, incomunicados i con un par de grillos cada uno;…”. –  Manuscrito de la narración de un testigo ocular anónimo de los hechos en La Paz y de la visita de sus emisarios a Charcas (Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia: Rück-301 – Manuscrito incompleto, sin fecha, ni destino, ni firma, por la forma de narrar los hechos, se constata que el autor era pro peninsular).

“Charcas por entonces se hallaba envuelta en Partidos y desavenencias reciprocas entre sus Corporaciones apura sus personalidades y malicias; se embozan cuestiones mas agravantes, y charcas con sus ruidosos cuentos se deja sentir dispuesta á ser la que aproveche tan oportuna Ocasión.

“Revelanen seguridad La Paz y su Provincia instalando Gobierno popular con el titulo de Junta Tuitiva; ocurren a Charcas por su confirmación, y se reconoce y aprueva por los Oidores y Cavildo con demostraciones de una verdadera intriga y deslealtad. Inmediatamente pasan a Charcas dos Regidores intrusos en calidad de Embiados al nuevo Gobierno revolucionario para combinar sus operaciones y maquinaciones; son recibidos por el Pueblo y oidores con distinción y aprecio, y desde entonces con el mayor descaro se publican especies de independencia, y quanto después hemos visto.”

“Ambas Provincias se previnieron a repeler la fuerza, y aunque sin fruto provocaron una esplocion total dela America con medidas de artificio y gravedad.”

Ambas se hallan suscritas en la misma fecha de 10 de agosto de 1809 y están  dirigidas a don Francisco Javier Elío, subinspector del Virreinato. La primera de estas cartas está suscrita por Álvarez de Arenales, quien dice que el 25 de mayo "…sin equívoco se expresó el patriotismo y fidelidad al soberano don Fernando Séptimo a quien Dios guíe, habiéndose manifestado fidelidad a nuestro amado soberano y aversión decidida a toda dominación extranjera”.  

Respondo: Arenales sabía muy bien que las intenciones ideadas por los platenses de hacer la revuelta cautelosamente y aparentar un apoyo al Rey que estaba preso en Francia, vitoreando el 25 de Mayo ¡Viva Fernando VII! Esta idea de los doctores platenses de vitorear al Rey nos muestra cómo cundió por la América Hispana, ya que en La Paz,  Buenos Aires, Santiago, Cuzco, Quito, Bogotá, Caracas, Sultepec y Dolores, en México, también vitorearon ¡Viva Fernando VII!  

La segunda carta suscrita por Jaime Zudáñez, independientemente de felicitar a Elío por su nombramiento, dice que "La Plata perseguida, calumniada y amenazada con su última ruina por la constancia y entereza de su inviolable adhesión a su caro y carísimo amo Fernando Séptimo”, solicitándole además que presente su saludo y felicitación al Excmo. nuevo Virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros, virtuoso  español, político prudente, imparcial e incapaz de seducciones, teniendo el derecho de protección por ser una de las primeras víctimas en la noche fatal e inmemorable del 25 de mayo último, por lo que lo felicita por su triunfo y le ofrece su respeto y obediencia como Comandante de Artillería.  

Respondo: Sin duda que Monteagudo les estaba tomando el pelo al hacerles creer que era fiel al Rey, sobre todo habiendo sido en La Plata uno de los principales soliviantadores para que se lleve a cabo la revolución. Él y el cura Medina, dos nacidos en Tucumán, eran los principales incentivadores en la Universidad y en las calle de la ciudad, para que se haga una revolución. 

Si por calumnia se entiende la atribución falsa y malintencionada con palabras, actos o intenciones, y jurídicamente imputar falsamente un delito, es de suponer que Zudáñez quiso desvirtuar la suposición o falsedad de haberse desarrollado acciones revolucionarias. En suma y apretada síntesis, no existe testimonio alguno que haga mención a una revolución en fecha 25 de mayo de 1809 y tampoco existe otro documento que declare la independencia de la metrópoli.  

Respondo: Hablando de calumnias, recuerdo una: ¿Por qué el historiador Vicente Fernández y G., paceño, calumnió a los revolucionarios platenses diciendo que tenían escaso honor alegando que, prácticamente, al inducirlos los platenses a los paceños a que se involucren en la revolución los usaban como “carne de cañón” para que ellos se ganaran la gloria del movimiento?, ¡ese sí es un disparate mayúsculo! .– En el único país que se declaró la Independencia el mismo día que se sublevaron, fue en Estados Unidos de Norteamérica.